MENSAJEROS DE ESPERANZA
Hay un libro de la Biblia, el Eclesiastés, que nos dice: “todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de cosechar; tiempo de llorar, tiempo de reír,…” (Eclesiastés, 3)
En su reciente encíclica "Fratelli tutti", n.55, el Papa Francisco nos dice: "Invito a la esperanza, que «nos habla de una realidad que está enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en que vive. Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor. […] La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna»[52]. Caminemos en esperanza."
Si contemplamos el mundo, este mundo golpeado por la pandemia del virus, por las guerras, Ucrania y otras muchas, podemos observar que los seres humanos somos débiles, frágiles,… a veces nos creemos poderosos y fuertes porque tenemos muchas armas, grandes barcos y aviones, muchas industrias y muuuchas cosas,… pero somos contingentes. Sin embargo, nuestro Creador nos ha dado unos talentos, unas cualidades para LUCHAR JUNTOS contra todas las adversidades, para crear medicinas, alimentos, etc. Es tiempo de luchar con esfuerzo y esperanza. La vida es algo maravilloso, y a pesar de las adversidades debemos vivirla como hermanos, vivirla con inteligencia y corazón.